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Vientos doctrinales peligrosos

  • Foto del escritor: Alexandro Martinez
    Alexandro Martinez
  • 19 oct 2018
  • 6 Min. de lectura


Analicemos si, realmente ¿Todo lo que dices recibes?

Desde los años 90´s se ha venido infiltrando en la iglesia cristiana evangélica la falsa doctrina tal vez muy atractiva, pero del todo anti-bíblica, acerca de la importancia sobrenatural de lo que decimos con nuestra boca. Se le ha dado una importancia tal a las palabras pronunciadas, que llegan al extremo de creer que si digo "me muero del dolor de cabeza", en efecto moriré, y por tanto, si de verdad me duele la cabeza más bien deberé decir "no me duele nada", y entonces se me pasará el dolor como por arte de magia... Entonces si estoy enfermo no debo ir al médico sino que debo “confesar” que no tengo nada y por lo que yo repito que no tengo nada entonces no tendré nada ¡!’?? Si quiero un carro Ferrari rojo, debo repetir mi deseo, “visualizarlo”, y “confesarlo” a fin de que, por la “fuerza que tienen mis palabras”, Dios que me escucha, y no tarda en responder a todas mis peticiones.

Dice la Biblia que Satanás se disfraza como ángel de luz (2 Cor. 11:13 - 15) El Diablo no es tonto, y va a engañar de la mejor manera: ¿Cuál es esa? Engañando ¨”Con la verdad” sacándola de contexto y con la Biblia bajo el brazo y su objetivo principal es engañar a los hijos de Dios.

Es verdad que en las Sagradas Escrituras se habla de la importancia de algunas cosas que se confiesan con la boca. Pero, curiosamente, eso que se debe confesar es el señorío de Jesucristo, y su obra redentora en favor nuestro: Romanos 10:9, 1ª Reyes 8:35, 2ª Crónicas 6:24, Mateo 10:32, Lucas 12:8, etc., y otra clase de confesión, netamente bíblica, como es la de los pecados, para salvación: Levítico 5:5, 1ªJuan 1:9, Nehemías 9:2, Salmos 32:5, Mateo 3:6, etc..

Es también cierto que uno como cristiano debe vivir con la fe que El Señor está con nosotros en todo momento porque El así lo prometió por lo tanto no debemos andarnos quejando y diciendo que nos va mal como los que no tienen ninguna esperanza. No se trata de ser pesimistas sino creer en “la verdad”, que es lo que dice la Biblia.

Sin embargo, lo que realmente esta tendencia viene a tratar de imponer, es la creencia o la confianza en mis palabras, como valor absoluto: esto quiere decir que lo que digo tiene poder en sí mismo, independientemente de la voluntad divina al respecto. Es más, lo que pronuncio con mis labios de alguna manera pone en funcionamiento la voluntad de Dios, llegando entonces al abismo ilógico de creer que el Señor depende de mí, y no yo de Él, como cualquier pensamiento racional haría suponer. Frente a semejante contradicción, o nos detenemos o saltamos: no hay término medio.

A esto es lo que llamamos FE sobre FE. lo que dices sucede porque tienes poder en tu palabra, “no el poder de la palabra de Dios, sino el poder de la palabra de uno”, y aquí lo que están diciendo tácitamente es que Dios se ve "obligado" a hacer lo que uno dice con "fe". por eso se llama fe sobre fe por que no es fe en Dios sino fe en lo que dije por “fe”.

Esta pseudo-doctrina presentada por sus defensores como un gran hallazgo de hombres de Dios iluminados por una nueva revelación, no es por cierto nada nuevo. Al fin, deberíamos creer que no hay nada nuevo debajo del sol...

El gnosticismo, representado por todas esas corrientes que enmarcan la Nueva Era y el Nuevo Orden Mundial (NWO), donde el ocultismo y las filosofías orientales toman forma de “ciencia” para introducirse en todos los ámbitos de nuestra sociedad y en este caso es una expresión cristianizada de la Metafísica infiltrada en la iglesia de hoy.

  • En efecto, está tomada de cosmovisiones tan antiguas como el hombre mismo: el valor mágico de las palabras proviene de creencias esotéricas, orientales, más cercanas a brujos y chamanes. Y en nuestra época moderna, vuelve a ser adoptada por la Nueva Era que, como todos sabemos, no es una religión o una secta, sino una corriente de pensamiento que invade e infiltra todos los estratos sociales, todos los niveles culturales. La Nueva Era dice: acéptate y sé feliz. Y si hay algo que te "desarmoniza", desconócelo y repite que todo está bien, hasta que realmente creas que está bien... El hombre es considerado divino, como un co-creador, como la esperanza para una futura paz y armonía. Ellos dicen: "Yo soy afectado solamente por mis pensamientos…” y creen que Dios es todo y que todo es dios, por lo tanto el hombre es dios (Panteísmo).

  • Sucede que, aunque no podamos encontrar nada semejante en la Biblia, esto funciona: acaricia la carne, alimenta el ego, nos convence de que somos los mejores y de que nada puede pararnos...

  • Mientras tanto, la cruz, el negarse a sí mismos, el ser barro en manos de un alfarero...todo esto, y mucho más, queda arrumbado en el último rincón del desván de nuestra alma...¿Quién quiere ser un perdedor?

La confesión positiva nos anima a desconocer cualquier cosa que no nos agrade o que nos duela: si estoy en la ruina, no debo decirlo, porque mi Dios es el dueño de todas las riquezas. Si estoy enfermo, tampoco debo decirlo, porque por sus llagas fuimos nosotros curados... En cambio, sólo debo pronunciar lo que quiero en mi corazón, y sólo porque lo diga, entonces se cumplirá. Así y todo, tampoco debo suplicar o pedir por favor: únicamente ordenar, y entonces todas las huestes angélicas se pondrán en movimiento sólo por el poder de mis palabras...

Quiere decir que entonces Jesús, y sus discípulos eran personas que confesaban muy negativo? Veamos algunas cosas de las que Jesús dijo: “en el mundo tendréis aflicción”…

Dichosos sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. (Mat.5:11) y también dijo: “… Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Jn. 15:20)

Juan dijo “…el mundo entero está bajo el maligno (1 Juan 5:19b)

Pablo dijo “…que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, “…

(2 Ti 3:1-3)

Pedro dijo …”vendrán doctrinas destructoras…”

Si vemos esto como lo ven los defensores de esta anti-bíblica doctrina de la “confesión positiva” entonces todos ellos confesaban lo negativo?

Amigos, El Señor nos bendice, bendice el trabajo de nuestras manos porque esa es su voluntad pero bendice al diligente, al honesto, y al que le busca y lo tiene a El como prioridad en su vida, no bendice a nadie solo por confesar que será rico y el dinero le caerá del cielo?! ““Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmo 37: 4)

De la mano de una fe bien entendida, camina la soberanía de Dios. Ella implica que Dios, y sólo El, es absoluto, dueño de todo. Todo es por El y para El, y nada sucede si el Señor no lo ha previsto. El es, efectivamente, el Señor, amo absoluto, no un vasallo de los caprichos, necesidades u ocurrencias humanas. El hace el día bueno y el malo, El nos da bonanza o nos somete a la adversidad, El nos enriquece o nos empobrece, nos lleva o nos trae, nos pone o nos saca, nos da o nos quita...¿Quién se atreverá a decirle qué hacer?

Leamos atentamente algunos textos: Ecles. 7:14, Isaías 45: 9--12, Deut. 4:39, 1ª Crónicas 29:12, Job 9:12, Sal 29:10, 135:6, Dan 4:35, 2º Rey 19:28, Rom. 9:19, etc.. En todos ellos, y en muchos otros que podríamos citar, se aclara que por sobre lo que creemos, o pretendemos creer, está Dios, sentado en su trono, decidiendo lo que es bueno o no para sus hijos. Los cristianos no somos, ni fuimos llamados a ser, súper-héroes. Por la cruz fuimos salvados, y con ella misma debemos caminar por donde anduvo el Señor...

Hoy en día las iglesias neopentecostales generalmente sustituyen con emocionalismo el estudio profundo de la Palabra dando como resultado varias doctrinas erróneas, entre otras esta a la que hoy nos compete.

Esto es, en el claro lenguaje del apóstol Pablo, y representan "un evangelio diferente", el que verdaderamente es cualquier cosa, menos evangelio (Gál 1:6-7)

¿Desear cosas? ¿Anhelar cosas? ¿Esperar cosas? ¿Orar por ellas? Esta muy bien, ¿A quién otro podríamos recurrir?

… Pero nunca creer que nuestra palabra o nuestro poder puede realmente traer a la realidad La única confesión verdaderamente positiva que conozco es aquella de reconocimiento a Dios por sobre todas las cosas: El lo es todo, en todo. Si vivimos de acuerdo con esta premisa puede ser que todo en nuestra vida cambie. Porque, debemos comprenderlo, Dios no comparte su gloria con nadie.

para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error

Efesios 4:14

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