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Elegidos y Predestinados

  • Foto del escritor: Alexandro Martinez
    Alexandro Martinez
  • 11 ago 2019
  • 2 Min. de lectura

Sin límite de espacio y tiempo, en la eternidad Dios pensó en ti para que fueras formado según su soberana voluntad eso es elección divina. El que creo el universo lo formo según su designio sin consultar a nadie para que funcionara de acuerdo a su infinita sabiduría, colocando cada cosa en su justo lugar para lograr que sus propósitos se mantuvieran firmes por siempre.  La elección es el plan maestro de Dios para que el ser humano vuelva a sus designios cada vez que se desvíe de la voluntad divina así lo comprobó el hombre más sabio de todos los tiempos el rey Salomón.


En su libro titulado Eclesiastés o el predicador, el plasmo lo que fue su experiencia personal como aquel hombre quien alcanzo unos niveles privilegiados de sabiduría, pero al final de su trayectoria se encontró con la inmutable realidad de que a el hombre no le es dado construir su propio futuro sin tomar en cuenta los preceptos divinos de lo contrario todo su esfuerzo personal se hace cenizas y se convierte en vanidad.

La elección soberana le da sentido a la voluntad del hombre y no es la voluntad del hombre la que afirma la soberanía de Dios por esta razón toda obra y esfuerzo humano en tratar de alcanzar su favor inmerecido se convierte en frustración y solamente la gracia de Dios en su hijo Jesucristo puede ser la llave que nos conduzca a alcanzar ese equilibrio correcto cuando transitamos por los caminos más incógnitos e incomprensibles de esta vida si así se lo permitimos.


La elección no es igual a predestinación esta segunda solo se consigue cuando somos capaces de asimilar la primera de forma correcta no hay predestinación si no existe primero elección y ser elegidos es ser señalados de antemano para una tarea concreta donde existirán los recursos para lograrla en su totalidad, eso es predestinación la una tomada de la mano con la otra es la química perfecta para que lo que llamo Salomón el libro de Eclesiastés vanidad sin sentido desaparezca y los propósitos de Dios se concreten en nuestra vidas.


¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.

Eclesiastés 1:9


Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.  Juan 2:17


Para la época en que vivió Salomón fue considerado el hombre más rico y sabio que jamás haya existido hasta ese entonces. Todos anhelamos alcanzar nuestros logros personales y esto es aprobado por Dios concluyo el predicador, pero la fórmula perfecta para lograrlo es nunca olvidarse de lo que Dios tiene que decirnos como a hijos en todo lo que emprendemos reconociendo así su dominio y soberanía en todas las cosas por los siglos de los siglos Amen.

 
 
 

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© 2016 Alexandro Martinez

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