Dios sigue levantando ejércitos poderosos…

El apóstol Pablo le escribe a si Hijo espiritual Timoteo un Joven pastor de la iglesia de Éfeso para mantenerlo despierto y avivado en la obra del ministerio, al igual que el soldado el joven pastor necesitaba un capitán que lo animara en tiempo de guerra espiritual.

Timoteo ya no se encontraba en las filas del anonimato, el era el protagonista de un nuevo avivamiento en una iglesia llena de nuevos retos que para el suponían su propia superación personal, así como el soldado se abstenía de enredarse en los negocios de la vida con el fin de sobresalir como soldado también Timoteo siendo joven tendría que liderar de una forma efectiva una iglesia llena de diversidad y comenzar a formar de ella un ejército poderoso capaz de enfrentarse al más cruel de los enemigos, para esto el utiliza el arma más efectiva para su nuevo ejército, “la macaira” la conocida espada de dos filos del soldado romano, esta era una espada relativamente corta que no cualquier soldado podría dominar y el que pretendiera hacerlo tendría que con mucha disciplina y practica comenzar a desarrollar su propia habilidad y destreza, de igual forma Pablo le indica al joven Timoteo que trazara bien la palabra de verdad ósea que la dividiera la orientara la dirigiera a cortar con ella el desánimo la apatía y la utilizara para crear con ella un avivamiento poderoso centrado en las verdades del reino de los cielos, la clave seria que la llama del don de Dios se mantuviera encendida constantemente porque esto provocaría que su ejército o más bien su iglesia se destacara como un tropa poderosa donde continuamente las maravillas del cielo se estarían derramando llevando a la iglesia en una sólida conquista en la tierra para luego tomar el botín celestial siendo transformados de gloria en gloria y victoria en victoria en Cristo Jesús Señor nuestro.

Estamos hablando de un movimiento de ángeles, del mover del trono celestial de la sabiduría no de este mundo sino la sobrenatural la que trasciende el pensamiento humano la que ningún telescopio sobre la tierra por mas tecnología que posea puede agudizar se trata de llegar a ese nivel donde aunque estemos con los pie sobre la tierra y al levantar nuestras manos podemos tocar el cielo un soldado no conoce obstáculos el se entrega completamente porque a creído en su misión terrenal y está dispuesto inclusive a sufrir por causa de aquel que lo tomo por soldado porque sabe que su misión es legítima y está respaldada por el reino de los cielos.

Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

2Co 10:4,5

Sigamos peleando la buena batalla de la fe, demos siempre nuestro mejor esfuerzo y dedicación en la obra del Señor, mantengámonos unidos como un buen ejército y siempre veremos el fruto de nuestro trabajo derramarse en frente nuestro.

Maranatha

CIP Ministeris

Alexandro

#Devocional